Nace un proyecto para usar todos los sentidos
- La Fabbrica dei Sapori
- 9 feb 2015
- 2 Min. de lectura
Fuera de Italia, muchas veces la pizza está considerada “comida basura” o, en el mejor de los casos, “comida rápida”, una alternativa a una hamburguesa, un kebab (que tampoco tiene que ver al plato tradicional que comen en Turquía), un perrito caliente…Una comida pesada y poco saludable.
En Italia, en cambio, la pizza es un plato tradicional, una alternativa a cualquier plato en un restaurante, a una comida casera.
Se come en locales cálidos y se buscan ingredientes de calidad, el horno de leña y la buena compañía. Incomparable, además, cuando se prepara en casa y se comparte con la familia y amigos.
Porque la verdadera pizza, si se prepara según la tradición italiana, es un plato sano y equilibrado.
Cuando llegué a Euskadi desde Calabria (Italia), venía conociendo la gastronomía y la cultura vasca.
Conocía el gusto de la gente por el buen comer y los buenos productos. Por eso, me sorprendió ver que también aquí, como en muchos otros lugares, existía un gran desconocimiento sobre la pizza y que la gente aceptaba la baja calidad de un plato que, en mi país, es sinónimo de tradición, calidad y dieta mediterránea.
Tras años de darle vueltas, de probar y comparar, de formarme y sensibilizar a mi entorno sobre gastronomía italiana, surgió la idea.
Porque no se trataba de poner un restaurante y hacer pizza. No se trataba de recomendar los mejores restaurantes: La Fabbrica dei Sapori nace con vocación de acercar cultura, de sentir experiencias y de hacerlo con todos los sentidos: el olfato y el gusto, pero también el oído (las voces de las personas, el crepitar del horno, las historias que nos cuentan las diferentes harinas), la vista (los colores de las verduras, el queso que funde, la masa que crece…) y cómo no, el tacto (amasando, estirando, comiendo con los dedos…)
Con La Fabbrica dei Sapori trataré de compartir mi experiencia y mis conocimientos sobre gastronomía italiana, con una premisa: la cercanía de las personas en un entorno agradable.
El alma de este proyecto es construir talleres y enseñar no sólo pizza, sino también pasta, risotti, parmiggiana…y lo que surja. Donde queramos, con quien queramos y sobre lo que queramos.
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